viernes, 9 de julio de 2010

49

Este post lo escribo el jueves, un poco tarde. Pero es ahora cuando tengo cierta perspectiva. Llevamos 4 días trabajando en el colegio y ya es hora de informar.
Hay alumnos desde 4 años hasta los 18. El centro es grande como podéis imaginar.
A mi compañera Arantxa le han asignado varias clases de refuerzo de matemáticas con chicos del equivalente español a 3° y 4° de E.S.O. y bachillerato. La pobre está con el libro de álgebra a cuestas repasando cosas de esas que un día estudias en el instituto.
A mi me ha tocado conseguir que los chicos hablen inglés. Tengo niños de infantil y primaria.
Estoy haciendo cosas parecidas a las que hago en Sevilla. Y es muy divertido.
Eso si, hay importantes diferencias consecuencia de las carencias financieras que tiene El Salvador. Ya me he acostumbrado a las clases con ¡¡¡¡49 niños!!!!  
Y en España nos quejamos. Ayer tuve un 6° de los de 49. Había chicos de varias edades, todos dentro. De 12, de 13, de 14, de 16…. Sin casi material. Sólo el menda, una tiza, una pizarra y muchas ganas. Los chicos al principio reaccionaban con timidez, hasta que conseguí sacar a 4 o 5 de esos atrevidos y que se defienden. Entonces pudimos hacer algunos juegos y lo pasamos bien. 
A pesar del abultado número de alumnos, creo que algo aprendieron.
3° y 4° de primaria son un gusto. A veces simplemente me olvido de que tengo tantos niños. Se portan muy bien y tienen espontaneidad a raudales.
Los infantiles son los más cariñosos y a la vez los que más trabajo dan. Ya sabéis profesoras de infantil la admiración que siento por vuestro trabajo. Hoy si ir más lejos he tenido 44 niños de 4 años. Ha sido duro pero muy divertido. 
Son graciosísimos. Todos tienen cara achinada y me hablan de usted. 
Una cosa se repute desde los más pequeños a los bachilleres. Están muy ilusionados de que estos gringos españoles les visiten.
Y además España está de moda. Una final del mundial no se alcanza todos los días… Eso fomenta en el aspecto motivador :P
Tengo siempre un séquito de niños dispuestos a ayudarme a cargar la maleta, los libros y demás.
Eso si, no penséis que estamos de vacaciones, estamos currando duro.
Mi jornada aquí está siendo mayor que la de Sevilla. Y además hay que trabajar con muchos más niños y con menos medios. Pero le recomiendo esto a cualquiera. En serio, la experiencia de trabajar aquí queda ahí para siempre, irrepetible.
Tras el fin de semana espero tener nuevas cosas que contaros. Con suerte un relato sobre como celebramos nuestro primer mundial en San Salvador!!

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